Morelia, Mich., a 17 de abril de 2011.- Con el objetivo claro de defensa y preservación a su patrimonio cultural, la comunidad de Tarecuato realizó con éxito su tradicional Maiápita con la Feria del Atole, evento que en esta ocasión superó expectativas al contar visitantes de diferentes partes del país, incluso del extranjero. El director de la Comisión de Ferias, Oscar Celis Silva y el alcalde de Tangamandapio, Miguel Amezcua Manzo, fueron testigos de honor en esta ceremonia ancestral que desde hace 28 años se enaltece con la Feria del Atole, hoy en día considerado como uno de los tianguis gastronómicos más importantes de la Meseta Purépecha. Durante el evento, Celis Silva expresó su reconocimiento al Jefe de Tenencia de Tarecuato, Magdaleno Manzo Victoriano, por el trabajo que se ha hecho en la comunidad con un espíritu de mantener este tipo de ceremonias, ya que representa fortalecer su identidad y por otra parte, promover el turismo interno, como una estrategia de desarrollo. Ante integrantes de la comuna purépecha, Oscar Celis Silva, destacó que el esfuerzo que realiza comunidad para mantener vigentes sus tradiciones, contribuye a que las nuevas generaciones también las hagan suyas y las defiendan, de ahí que resaltó el interés de Gobernador del Estado, Leonel Godoy Rangel, por apoyar este tipo de festividades. Durante el evento se contó con la emotiva participación la danza de las Nanakéres, misma que corresponde al ritual que las mujeres adultas realizan para elaborar toda una variedad de atoles. Esta actividad, al igual que los pireris y otras danzas arrebataron los aplausos y admiración de la importante concurrencia que conforme avanzaba el programa se veía más sorprendida y seducida por la cultura purépecha. En su momento, el jefe de tenencia Miguel Manzo Victoriano ponderó que la preservación de su riqueza, no sólo corresponde dejarlo de tarea a las instituciones oficiales, sino a la misma comunidad, por lo que hizo un llamado a otros pueblos purépechas para que vean en Tarecuato un referente de lucha de defensa patrimonial, alejado de colores partidistas pero unido en una misma causa: su desarrollo y la defensa de su legado. Durante la ceremonia se realizó la premiación de los atoles tradicionales, en los que las mujeres calificadoras valoraron el sabor y consistencia de cada presentación. También se contó con una exposición y venta de artesanías elaborados en diferentes puntos de la región y se realizó la premiación del concurso de coronas artesanales. Desde su fundación, esta fiesta anual está vinculada al territorio y a los ciclos agrícolas y rituales, pero además es la ocasión de agradecer colectivamente a la naturaleza, pues además ha de propiciar una convivencia de hermandad entre los siete barrios reconocidos del pueblo. Tarecuato, también fue sitio importante de intercambio, y parada obligada de los mercaderes de la “ruta de la sal” arribados de Colima, o con rumbo hacia el mismo estado. Por trueque o por moneda, en tarhe juata el intercambio comercial lograba la circulación de diversos productos, tanto de origen interno, como de áreas geográficas relativamente lejanas. La maiápita entonces, tiene que ver con el comercio, el intercambio, y el pago comercial. En este contexto el vocablo maiápita hace alusión al tianguis como intercambio de productos en un espacio abierto. 
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